Diríamos que su mente lleva muchos caballos debajo del capó, pero la cabeza de Antonia no es como el motor de un deportivo. Diríamos que es capaz de muchos ciclos de procesamiento, pero la mente de Antonia no es como un ordenador.
La mente de Antonia Scott es más bien como una jungla, una jungla llena de monos que saltan a toda velocidad de liana en liana llevando cosas. Muchos monos y muchas cosas, cruzándose en el aire y enseñándose los colmillos.
Trilogía Reina Roja - Juan Gómez Jurado
De camino a Santander esta tarde, he venido escuchando un podcast que me hizo reflexionar respecto a algo. Desde siempre he sentido que mi mente es como la de Antonia Scott; una jungla llena de monos que saltan a toda velocidad de liana en liana llevando cosas.
Fue por ello, que hace unos tres años, tomé la determinación de escribir un journal, es decir, de escribir unas páginas al día de forma manuscrita para poder acallar a los monos y darles una pausa, ordenando sobre el papel todo aquello que llevaban y traían mis monos mentales por la jungla que albergo bajo mi pelo.
Debo decir que tres años después lo sigo practicando y es un hobby que me reconforta, pero de un tiempo a esta parte, he parado de hacerlo con excesiva regularidad. He considerado - soy yo mucho de considerar por lo visto - que no había tiempo para escribir, o que debía dedicar los minutos que me llevaba a otra tarea, la que fuera, que, a mi juicio, pareciera mas importante.
Tras tantas razones absurdas, mis monos han ido creando su propio ecosistema hasta el punto de que eran ellos quienes dominaban la situación y yo me limitaba a ser una mera espectadora, buscando motivos absurdos para no dedicarme ese tiempo que anteriormente dedicaba a poner todo en orden.
En el podcast se hoy, el hombre que hablaba - los monos han olvidado su nombre, mecachis! - decía que buscamos complicaciones cuando realmente es mas sencillo que todo eso, que no hay que esperar a tener el mejor cuaderno de Moleskine o una pluma hecha con bigote de cabra negra, que basta con sentarse y poner por escrito lo primero que se te venga a la mente, durante tres páginas y repetir esto todos los días, consiguiendo un hábito y acallando así, al menos en mi caso, a los monos durante un rato.
He decidido que quiero volver a hacerlo, pero con mas regularidad, diariamente. Siempre esperaba a tener algo interesante que contar o algo que me perturbara para poder discernir y discrepar sobre ello con sus pros y contras pero quiero empezar a probar que sean solo tres páginas al día para que dentro de un par de meses, cuando vuelva sobre ello, tenga mas respuestas a preguntas que no recordaba haber tenido.
La verdad que verlo de este modo me ha hecho sentirme reconfortada pues, era una actividad de la que disfrutaba bastante y que me hacía mucho bien y que en estos momentos considero necesario retomar.
Y tengo un nuevo podcast favorito.
¿Quieres saber como se llamaba? Déjame un comentario.
Nos leemos!
Cuida de esos monos. Creo que conozco el podcast