Como he dicho en anteriores ocasiones, mi mente va muy rápido, pero muy rápido, pero que muy, muy rápido. A veces es abrumador la cantidad de pensamientos que me da tiempo a generar en pocos minutos (hola? TDA? estás ahí? jajaja).
La cosa es que en los últimos días me tengo que “esforzar” un poco más por hacerme entender y eso me genera cierta incomodidad e insatisfacción. A veces, cuando la gente me habla, puedo anticiparme un poco a lo que me van a decir, en según que campos por experiencia y en otros por previsibilidad. Me fastidia muchísimo que me hagan perder el tiempo, ya que, aunque suene a tópico, es algo que soy consciente que no voy a recuperar jamás, es por ello que acorto las frases (y las interrumpo maleducadamente según los casos) para que algo que en mi cabeza lleva pocos instantes, no lleve muchas horas.
Este problema me viene desde pequeña. Recuerdo cuando tenía unos 9 años, que mi madre nos llevó a mi hermana y a mi a casa de una tía nuestra. En la casa, al llegar, estaba también uno de sus hermanos, bastante aficionado al futbol y me dijo a mi que le ayudara con la Quiniela. En aquel momento supe que tenía que contestar cosas como 1, X o 2 pero careciendo de total interés por el futbol (cosa que se mantiene en la actualidad) decidí acortar y le pregunté muy amablemente que de cuántos partidos disponíamos. Me dijo el número y yo automáticamente contesté mi verborrea, es decir, si eran 12 partidos, respondí con doce resultados. No había llegado al tercero y ya me había cortado y dicho sonriendo que no lo había entendido.
Si, si lo había entendido, me da igual el futbol entonces te tiene que dar igual mi resultado, por lo que, acortando tiempo, solo daba los resultados sin perder el tiempo en que me dijera “Madrid - Sevilla” y yo respondiera, “Atletico de Madrid - Osasuna” y yo respondiera. ¿No es difícil de comprender no?. Pues reinició la lista y volvimos a comenzar con su plan. Yo seguí con mi idea de dar solo los resultados porque no tenía idea del resto y para mi era prescindible, cuando me volvió a decir lo mismo; “lo estás haciendo mal, así no es”.
Tercer intento, mismo resultado. No hubo un cuarto, él se quedó con el convencimiento de que yo era imbécil y le mandó recitarlos a mi prima, que fue paso a paso escuchando partido y resultado, perdiendo mas tiempo y con los mismos conocimientos al respecto que los míos.
En la vida adulta me cuesta a veces hacerme entender. No tengo problemas de comprensión lectora ni verbal, pero la gente se crea un patrón sobre mi y asume que me ajusto a lo que esperan, entonces todo lo demás no tiene cabida. Esta semana, sin ir mas lejos, en un proyecto de migración de una página web de un servidor a otro, tuve que ponerme en contacto con el servicio de soporte del servidor “nuevo” porque el tema de la migración no acaba de finalizar y llevo semanas sobre el tema.
El hombre, con buen criterio, me dijo que yo mi parte la estaba haciendo mal, que era la de editar el archivo de hosts e imprimir por el ping dominio la comprobación. Le expliqué, tras dejarle hablar, que estaba haciendo exactamente lo que me decía. Llegados a este punto, yo ya asumí que él me consideraba estúpida y que por ende, daba igual como se lo explicara pues él no consideraba que yo tuviera otro conocimiento o capacidad lejos de la de no mearme encima mientras hablo.
La cosa es que yo migraba una web pero desde un subdominio, es decir, subdominio.dominio.com y él me mandaba hacer el ping del dominio por lo que obviamente el resultado dado no era el que él esperaba pues, la instrucción que me dio, era la de hacer ping desde el dominio y por ello no era acorde lo que había modificado en el archivo hosts con lo que mi pantalla imprimía, pero como tampoco me manifestó la idea que tenía al mandarme imprimir eso, yo no lo cuestioné, lo hice y listo.
Finalmente, tras tres conversaciones le tuve que decir, y reitero, DECIR, que no era estúpida, que había seguido perfectamente sus instrucciones y que no tenía problemas de comprensión, que me estaba cansando un poco su condescendencia y que agradecería que me ayudara a solucionar el problema en lugar de culparme de que lo había pues, yo era consciente ya sin su ayuda, de que teníamos un problema.
Al cabo de un rato, decidió por fin, conectarse a mi pc en remoto e hizo ping, obteniendo el mismo resultado que yo todas las veces anteriores y tras volverse loco y yo volverme loca también, caí en la cuenta de lo que él quería comprobar y le manifesté mi idea; las instrucciones ponen ping al dominio, pero creo que lo que usted pretende es que sea al subdominio.
Efectivamente, crisis resuelta.
Se disculpó, al menos dos veces, creo que fruto de que le manifestara con mucha educación que a todos nos han enseñado a comer con una cuchara, y aunque parece sencillo, para un crio de 1 año no lo es, y no por eso lo machacamos y culpamos.
Ayer fue el último momento en que viví algo similar. Mi novio y yo estamos intentando comprar una autocaravana, tenemos claro lo que queremos y las razones de esas peticiones. Hablo con un vendedor y le manifiesto con corrección y educación todo lo que necesitamos, y antes de terminar me corta y me dice que tengo que irme de viaje en autocaravana para saber mis necesidades, que alquile una.
Le digo que no, sin hacer hincapié en que eso podría haberlo hecho ya dado que el hombre NO ESCUCHABA. Le dejé hablar y volvía a intentar explicarme, (porque entiendo que no todo el mundo está en el mismo nivel emocional, es decir, hay gente que vive permanentemente agobiada por la vida abrumadora que los envuelve) y tras acabar de contarme su parte, comencé a manifestarle la mía. Me volvió a cortar. Cuando ya me tocó hablar a mi le dije “esto es lo que trataba de decirle pero no me deja terminar, lo que buscamos en una autocaravana es esto, esto y esto, ¿simple verdad?”, no me ha vuelto a escribir.
Mi novio creo que le hablé mal y no, no lo hice, pero si no me dejas que explique lo que quiero, no me vas a buscar lo que quiero y me voy a tener que conformar con lo que tu decidas darme y no quiero eso porque vamos a pagar por algo y es a nosotros a quienes tiene que gustar.
Tras mucho pensar sobre ello he decidido que esto es lo que hay, que no puedo cambiar el mundo, solo puedo cambiar mi parcela y que a nadie le importa como esté mi parcela, solo a mi, por lo que he decidido que dentro de mi, cuando se me den estas situaciones, me voy a hacer un Fernando Fernán Gómez:
Nos leemos la proxima semana!