Bibliotecanofilia
Hoy he vuelto a estar en una biblioteca de las de verdad, no una fría sala de estudio, no, en una biblioteca repleta de libros y en la que el suelo no emite ningún sonido a tu paso. Había olvidado ya la sensación que me produce estar ahí, ha sido muy grato reencuentro.
En mi único descanso entre pomodoros he salido a la calle y al volver me he parado en la sección de biografías... ¡QUE CANTIDAD DE NECESIDADES ME HE CREADO!! he estado un rato pasando mis ojos sobre aquellos libros, apretaditos y perfectamente ordenados en cada estante, tan acurrucados que me los hubiera llevado todos a mi casa sin pensarlo.
Hace tiempo que se que soy sapiosexual pero lo que no tengo claro es si la sensación de bienestar que me produce estar rodeada de libros (y saber que me muero de ganas por leerlos, no los quiero de adorno) en realidad es un fetiche o simplemente una afición llevada al extremo….
Ahora bien, pasaría mi tiempo leyendo cualquiera de las biografías que vi y me llamaron la atención, antes que con muchas de las personas de quienes recibo WhatsApp y que no me provocan ni ganas de expulsar un bufido gatuno.