Bombardeo de información
O como explicar que la era de la información se nos ha ido de las manos
Quizás tu también hayas observado de que va esto. Vas al supermercado y la mayoría de la gente que hace la compra sola, va con los auriculares puestos. Sales a correr y la mayoría de la gente va con la música en los auriculares, algunos incluso son aquellos que promulgan lo necesario que es el contacto con la naturaleza.
Vas en el coche y observas a muchas personas conduciendo con el móvil en la mano, y lo digo yo que me meto 600 kilómetros a la semana y me dan para observar bastante. Si estás en un paso de cebra, observas como los copilotos van en un 90% con el móvil en la mano.
Creo que no necesito das mas ejemplo al respecto. En la era en que mas conectados estamos, es la era de la completa desconexión. Pasamos el día con nuestra cara pegada a una pantalla para ignorar los mensajes del chico que te gusta, de tu madre, de los grupos, de las cosas que no nos apetece gestionar y adoramos procrastinar.
No se si esto es cosas de las redes sociales, del efecto dopaminérgico como dice Marian Rojas Estape, pero es muy lamentable.
Entras a un restaurante y para que el niño se calle, pantalla. Y si, ahora saldrán las madres coraje a decirme que como se nota que no tengo hijos. Efectivamente, no los tengo, pero mi madre tuvo dos y no nos criaron con Dora la Exploradora en YouTube.
Me parece un poco duro de comprender el punto al que estamos llegando como sociedad. Quizá es esto lo que nos toque vivir, pues es lo que estamos viviendo, pero no deja de ser curioso que la sensación constante sea la de pasar de puntillas por todo esto.
Hace tiempo tomé la determinación de acotar mi tiempo en redes. Ahora mismo estoy escribiendo desde una habitación en la que, de frente a una ventana observo un parque, la carretera, edificios y por detrás una gran montaña que me gusta mirar diariamente cuando estoy aquí. Creo que eso no me lo va a ofrecer una pantalla.
Creo que he invertido mi tiempo en calidad, cuando decidí acotar redes y leer más. Supongo que es lo de cambiar un hábito por otro. Bien sea en Substack o en alguno de los trescientos millones de libros que me he comprado últimamente y espera, que te cuento mas, que me he lanzado por fin a comprar libros en inglés. No se por cuál empezar pero que pueda leer en otro idioma, me resulta sorprendente y fascinante.
Resulta curioso, cuando menos, ver como ha cambiado la vida en cuestión de poco tiempo. Hay una epidemia de estupidez de la que se libra poca gente y es abrumador.
Supongo que todos alguna vez somos estúpidos, el tema es discernir con claridad sobre el tiempo que quieres que te robe esa estupidez.