CLVM
No perdí a nadie, simplemente me perdieron.
Y es que siempre me esmeré por dar lo mejor, me entregué sin condición, arriesgué todo por amor.
Luché muchas veces con ese ser insoportable que llevaba por dentro. Tenía miles de miedos y varios demonios internos. Pero aún con todo eso, yo siempre estuve ahí; ahí mostrando y dando la mejor versión de mi, intentándolo siempre con todas las ganas.
No me arrepiento de lo entregado, mucho menos del tiempo dedicado. Me quedo con aquella tranquilidad de saber que todo lo que hice fue de buena intención, todo lo que di siempre fue realmente sincero y de corazón, incluso cuando las cosas no salían como yo esperaba.
Hoy en día sonrío y vivo feliz porque yo jamás perdí... a mi me perdieron."
Texto: Delia E.