Con no ser igual, es suficiente
Siempre que alguien nos hace daño o al menos lo intenta, nos dejamos llevar por el rencor o la rabia. Nos gustaría pagar con la misma moneda porque todo en algún momento de nuestra vida así hemos pensado. Con mi inminente cierre de etapas, me ha dado por pensar, ¿y si con no ser así ya es suficiente? Hay gente que vive desde el rencor y la envidia, culpando al resto de sus malas relaciones sociales porque no entienden que cuando tratas mal a alguien, probablemente recibas lo mismo.
En este mundo nadie es tan idiota como para volver continuamente al lugar donde le humillan y destrozan. Hay gente a quien molesta el simple hecho de que tu sonrías en tu trabajo.
Con 35 años puedo decir que he conocido a gente de todo tipo, y puedo decir que afortunadamente son pocos aquellos de los que me cuelgo de la mano sin que me lo pidan, pues quien saca un minuto de su tiempo en enseñarte algo en cualquier campo, ya está dándote algo que no va a volver jamás. Así es que la enseñanza es siempre la misma, no seas eso que son contigo, se tú, los demás puestos ya están ocupados y sus “carencias” hablan de ellos y su reflejo, no del tuyo.
No seas lo que no quieres que sean contigo.