CUESTIÓN DE NECESIDAD Y SINCERIDAD
Creo que esto no es una cuestión solo de necesidad, también de sinceridad. De golpe tu vida sufre una sacudida, un cambio que no contabas que sucedería, que pasa como un huracán para arrasar con todo a su paso y tu solo puedes sentarte a esperar, porque las cosas de dos a veces son solo de uno.
¿Qué sucede después? No lo sé, sigo en pleno aprendizaje, esta aventura solo acaba de empezar y aunque el miedo se había instalado los primeros días sustituyendo a todas las rutinas, por fin parece que la cosa va pasando, se acostumbran los muebles a verme solo a mí y hasta el ambiente en casa es cálido y cómodo. Esta nueva expedición de colonización transcurre mejor de lo esperado.
Sigue habiendo días de dolor y nervios, de no levantarse de la cama, de querer hablar sin saber como hacerlo, de no querer pensar y soltar una verborrea de estupideces solo porque nadie pregunte que ha pasado y el porqué de este desorden. El problema real no es la pregunta, sino la respuesta, porque incluso a mi me faltan palabras para rellenarla, cuando uno no sabe y no entiende, solo toca esperar que todo fluya y las cosas vayan donde deban ir sin preocuparse mucho del destino. Cuando pasan las cosas, lo hacen por algo, imagino que porque alguna lección tengo aún que aprender, pero de momento sigo en periodo de adaptación y en pleno vuelo.
Creo que ha habido un punto de inflexión que fue necesario, un reventón en un salón vacío, oscuro y con una alfombra que no era cálida. Agua y miedo peleando por salir de un lugar oscuro para dejar paso a la luz y la claridad que poco a poco cubre todas las heridas, las tapona y alivia para poder seguir avanzando.
Y en esas estamos.