Lo que no suma, resta, y lo que resta, molesta.
A veces la gente se equivoca. Nadie quiere hacerlo, pero eso sucede a diario. Nos equivocamos en una frase, en una acción, en un comentario, en un gesto… nos equivocamos cuando decimos a otros como deben vivir cuando de su vida no sabemos absolutamente nada.
Alguien muy sabio me dijo una vez que lo bueno de ser inteligente es que puedes hacerte pasar por idiota mientras que, al contrario, es complicado. Realmente creo que equivocarse y enmendar el error es de sabios. Durante mucho tiempo he sentido la necesidad de justificar en mi fuero interno cosas que yo hacía o que me hacían. A veces alguien nos hace daño no por querer hacerlo, simplemente por no saber gestionar la situación de otro modo y pensar egoístamente que nada pasará. Supongo que en eso consisten las relaciones sociales, en saber lo que quiero para quien tengo cerca y no cometer el error de ningunearlo solo por recibir para mi algo más de lo que ya tenía.
En estos periodos de reflexión que llevo gestando los últimos 5 meses, me he dado cuenta de que la gente va sin rumbo, muchos dan opiniones respecto a cosas que desconocen y tampoco se molestan en enmendar el error. Eso es lo que diferencia a los inteligentes de los idiotas. Puedes estar equivocado, pero si lo ves y te hacen entender que lo estás, no te cuesta nada dejar de ser una persona necia y enmendar tu error para no cometerlo en la siguiente situación que se te presente. La vida son dos días, lo son para todos, si no estamos para quienes están a nuestro alrededor, igual nos hemos equivocado de compañías, pero en todo caso ten presente una cosa, vives por ti, no por lo que otros quieran para ti. Tu libertad y tu espacio son tuyos, no puedes ni debes renunciar a ellos por nada ni nadie, bien sabemos todos ya que quien entra en nuestra vida debe ser para sumar y nunca para restar.
Teorizaba yo estas semanas a cerca del amor, mucha gente te vende el “no debes morir sola” y no estoy de acuerdo, yo “debo” lo que me de la gana elegir que ya soy mayorcita, pero también “debo” saber que no cualquier persona merece mi tiempo y que "cualquier" compañía es soledad. Nada es más triste que sentirte solo rodeado de gente y es ahí cuando debes sentarte, hacer introspección y considerar que ni todos tanto, ni todos tan poco. La gente no avanza y no se esfuerza porque no quieren, no cuidan lo que dicen querer porque muchas veces no saben ni lo que quieren y por más que te empeñes en encajar con algo o alguien, si no es tu sitio, la vida te sacará a patadas.
Equivocarse y rectificar es de sabios, si, pero también es de sabios saber que no todo el mundo merece nuestro tiempo, nuestra ayuda ni nuestro interés. Si no suma, resta, y si resta, molesta.