No solo rutina.
«El éxito a largo plazo es el resultado directo de lo que consigues cada día. Los objetivos proporcionan tu rutina diaria».
Rick Pitino.
Me levanto de la cama. El reloj marca las 05:31. Debería plantearme tener esta hora como hora definitiva, para no tener cada día un horario diferente. Me siento al borde de la cama y mentalmente repaso los pasos que tengo que dar. El frío sube por mi espalda y me eriza la piel. Lentamente me quito el pijama y me cuelo en la ducha. Siento caer el agua sobre mi cuerpo como si fueran cuchillos mientras poco a poco sube la temperatura. Ya me siento mejor, ya estoy despierta. Me seco rápidamente, tengo que salir de casa en 20 minutos. Me visto y salgo pitando del dormitorio a la cocina. Soy mujer de muchas cosas pero no de café. Desayuno de pie apoyada sobre la encimera de la cocina, pensando en el siguiente movimiento, a toda prisa. Empiezo a notar que mi cerebro se acomoda a su velocidad habitual, no llevo ni dos minutos en la encimera y ya tengo planeado hasta lo que haré cuando salga del trabajo. Cruzo el pasillo hasta el baño, cepillo mis dientes, recojo mi pelo y me dispongo a recoger todo lo que hace falta para el trabajo. 05.52. Con puntualidad suiza salgo por la puerta. Ella decía que hacia cinco cosas imposibles antes de desayunar, a mi me esperan 24 horas para demostrar que puedo doblar su apuesta.