NUMERO FAVORITO - VERDE
Cuando escribo siempre lo hago sin miedo, soy perfectamente capaz de ordenar mis pensamientos aquí dentro pero a veces, sacarlos, es lo complicado.
Cuando hablo me dicen que soy tan clara que duele, que soy dura y determinante, pero lo que a veces no perciben es que he tenido que estar al otro lado para poder entender que suavizar las palabras es como perfumar una caca, por mucho que adornes seguirá siendo mierda.
No es fácil hablar, no es fácil sentir, no es fácil actuar… pero… ¿y que lo es? Realmente todos queremos lo mismo, ser felices, solo que nos obcecamos buscando un camino, como si ser felices fuera la meta, no paramos a pensar en que quizá la felicidad está en el propio camino. Yo he preferido elegir lo segundo, disfrutar de lo que me da conformidad y me hace sentir bien pero alejarme de todo aquello que de algún modo no lo hace.
No es malo no saber donde nos encontramos pero sí lo es tener miedo a descubrir que podemos obtener, no saber que decisiones tomar, conformarnos con lo que nos dicen o creer que merecemos lo que nos pasa.
Yo disfruto del proceso diario, trato de poner el alma en lo que hago para que si sale mal, las hostias duelan menos.
Me flipa, claro que me flipa, nadie debe empezar sus frases de otro modo. Es mi filosofía y os la presto, pero aplicadla, no dejéis que caiga en saco roto o no sabréis la cantidad de cosas que estáis dejando perder.
Voy a seguir con mi vida, que como divagación está mejor que bien, otra sacudida pero la vista en la meta de siempre.
Número favorito? El verde, no hay más opción.