Mis plegarias han sido escuchadas
Esta semana ha venido con muchas sorpresas (y todavía es miércoles), pero no podía dejar pasar el momento para hacer mención a las cosas que han sucedido.
Cosas que molan (1).
El fin de semana mi madre ha decidido venir de visita a Ribadeo. Esto merece mención porque hemos estado mas de dos meses sin vernos las caras y me ha hecho mucha ilusión poder disfrutar de su presencia en mi casa, así como poder tenerla junto a la familia que he elegido.
Muchos creeréis que aquí hablo de amigos, pero no. Cuando estuve viviendo en Asturias, sufrí un palo bastante gordo en este aspecto y mis contactos se han limitado muy mucho.
Disfrutamos de las fiestas de Ribadeo, de comer y cenar fuera de casa, del ambiente, de los eventos y, lo más importante, de la compañía.
Cosas que molan (2).
Hace no mucho tiempo, mencioné en mi post Qué hacer cuando no sabes qué hacer, que iba a cambiar mi sistema de organización de tareas porque estaba muy condenada a usar varias aplicaciones y para mi lo mas sencillo suele ser lo más útil. Pues bien, los señores de Cupertino han decidido darme una alegría y desde el próximo 16 de septiembre de 2024, ya integran en iCalendar los recordatorios. Esto es una gran novedad porque cumplo con lo que tan encarecidamente he solicitado por años y me encanta la idea.
Debo decir que yo ya hice trampas y lo tengo instalado en mis dispositivos, ya que pertenezco al Programa Beta y me pude hacer con ello ayer. He estado configurando para que trabaje para mi y me da mucha satisfacción saber que eso puede ser como yo había imaginado en mi cabeza ya.
No obstante, como no se si hay alguien interesado en ello, prometo hacer una entrada a futuro sobre como funciona y cómo lo voy a usar yo para mi vida diaria.
Cosas que molan (3).
Desde que me matriculé en la Universidad, no he dejado de darle vueltas a la forma en que iba a plantear mis estudios. Aparentemente, esto es un tema sencillo de gestionar pero para mi no lo era tanto. Ello es así porque tengo un problema de bloqueo por opción, es decir, veo todo el abanico de posibilidades y me saturo antes de decidirme por ninguna opción.
Aquí entran en juego muchas cosas, pero he vuelto a tirar de mis reglas de “lo sencillo es lo mejor” y de “no te fustigues por buscar un método perfecto, cada persona es diferente”. Han tenido que ver muchos factores a la hora de tomar esta decisión pero quizá debo destacar la importancia de Álvaro García así como sus post de:
Hace un poco he terminado de diseñar mi calendario en una libreta para desarrollar el segundo método, el método Seinfield. He probado con un objetivo nada más, quiero meter (o recuperar mejor dicho) el hábito de levantarme de la cama todos los días a las 6:30 de la mañana. Lo necesito para mi nueva era universitaria, para aprovechar los días y para no perder nada por el camino.
Decidí empezar por una cosa cada vez e ir introduciendo cosas poco a poco (lo sencillo es lo fácil), ¡ya iré contando como se desarrollan los hechos!
Cosas que no molan tanto
De estas sólo voy a publicar esta, no quiero negatividad por aquí. La semana pasada me apunté a una especie de seminario sobre técnicas de estudio (bloqueo por cómo empezar ¿recuerdas?). El mismo duraba 5 días y eran unas charlas online de unas dos horas aproximadamente.
Debo decir que me resultó pesado, porque aunque era gratuito y se que hay cosas que puedo usar (como el método Seinfield del que hablaron para el estudio) el resto me parecieron meras frases de un charlatán que sólo quería likes. El último día daban el precio del curso de cuatro meses en que te ayudaban supuestamente a ser un estudiante de élite. El precio del mismo eran 850€ y eso que se supone que estaba rebajado.
Lo curioso era que mientras manifestaba el importe, hacía alusión a que la competencia lo cobraba sobre 1.200€ y que ellos no eran tan caros. Me resultó curioso eso de que para subir hay que pisar a los que están a mi lado.
Finalmente he dejado de seguir a esa “academia de pros” en redes sociales porque la persona que hablaba, su cara visible, era agotador y porque no dejaba de ser otro negocio en que te cuentan lo que ya sabes. Supongo que de ahí mi reticencia y mis ganas de tomar acciones por mi cuenta.
Y con esto y un bizcocho… he terminado el ranking de cosas que molan y de otra que no ha molado tanto, pero no me voy sin desearte un resto de semana grandioso. Feliz miércoles!