Durante mucho tiempo me sentí fuera de lugar, como que no encajaba en lo que la gente pensaba o simplemente no entendía por qué la gente se comportaba extraño ante problemas normales de la cotidianidad. Ahora, años más tarde, lo he entendido. La gente va influenciada por su propia circunstancia personal, un comentario desde la mas profunda honestidad y sinceridad, lo toman como cargado de segundas intenciones o suspicacias, jugamos a la doble moral porque si tú lo haces, no pasa nada, pero si te lo hacen el chiste es otro.
Y es que... somos idiotas.
Y es que... somos idiotas.
Y es que... somos idiotas.
Durante mucho tiempo me sentí fuera de lugar, como que no encajaba en lo que la gente pensaba o simplemente no entendía por qué la gente se comportaba extraño ante problemas normales de la cotidianidad. Ahora, años más tarde, lo he entendido. La gente va influenciada por su propia circunstancia personal, un comentario desde la mas profunda honestidad y sinceridad, lo toman como cargado de segundas intenciones o suspicacias, jugamos a la doble moral porque si tú lo haces, no pasa nada, pero si te lo hacen el chiste es otro.