El último post del año
Tiempo de reflexión
Escribo desde mi nuevo emplazamiento cántabro. Creo que no conseguiré sentir esto como un hogar en la vida, pero bueno, eso es otra historia.
A pocas horas de que termine el año, hago lo que hacemos todos, de forma consciente o inconsciente: poner sobre la mesa los logros y los fracasos para saber si se gana o si se pierde.
Este fue mi primer año de universidad. El curso 2024/2025 me trajo muchas cosas reconfortantes. Además de todo lo aprendido y de las herramientas adquiridas, que me facilitan la vida diaria, he conocido a gente extraordinaria con quien compartir la lucha que vivo como trabajadora y estudiante.
Psicólogos seremos muchos, pero no todos tan bien acompañados como lo estoy yo.
Por otro lado, creé el blog de Mary Pop Study con la intención de ayudar a personas que, como yo, tienen dudas conforme van estudiando. ¿Qué método de estudio es mejor? ¿Cómo puedo ser más eficiente estudiando menos horas? ¿Cómo sacar buenas notas en la universidad?, ese tipo de cuestiones, ya sabes.
En el terreno personal hubo algunos altibajos. Emocionalmente empecé el año bastante lejos de cómo me encuentro ahora mismo.
Tuve que entender, por las malas, que no todo el mundo se acerca a ti con la intención de sumar. A veces lo hace solo para no sentirse menos, atacando a cualquiera que intente crecer cerca. Mala hierba, básicamente.
Aprendí que la mejor manera de lidiar con lo que no puedes controlar es poner límites: a veces físicos, distancia pura y dura; otras veces emocionales, ese “no es cosa mía, que se arregle”.
En definitiva, entendí que no se puede ayudar a quien no cree necesitar ayuda. El coste emocional de intentarlo siquiera es demasiado elevado y, sinceramente, mi paz mental vale más que muchas de esas cosas. Por eso decidí distanciarme de todo aquello que era tóxico.
En el blog de pizkita7.com se creció, así es que muchas gracias a todas las nuevas incorporaciones, os estoy agradecida por dedicar vuestro valioso tiempo a leer lo que yo escribo.
Hacia mitad del año comencé con los post de El Caso Olmedo. Si no sabes de que te hablo, todo comenzó aquí:
Te sugiero que surfees por mi blog para que no te pierdas datos de la historia, el anticipo de lo que probablemente sea algo más grande.
Finalmente, el resto del año, lo he dedicado a crear contenido curioso de ese que a mi me gusta saber, relacionado con cosas que me aporta la psicología y que me cuestiono en mi día a día. Puedes leer algo a continuación:
El año 2026 no sé cómo se presentará ni qué oportunidades nos brindará, pero lo afronto con ganas e ilusión. Sé que ya no soy la misma persona que inició 2025: he madurado y he entendido que poner límites es la mejor manera de favorecer mi autoprotección. No todo el mundo merece ni mi tiempo ni mi atención, porque estoy entregando algo que no voy a recuperar jamás, y eso es precisamente lo valioso de mi tiempo.
Para cerrar el año, solo puedo decir gracias por dedicar tiempo a mis entradas. Espero que os hayan sacado alguna que otra sonrisa y que os hayan resultado curiosas. No escribiré perfecto, pero escribo con el corazón.
Feliz 2026!!!



